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Los empresarios portugueses tienen a Colombia como uno de sus mercados objetivo para crecer. Materiales de construcción y tecnología, entre los sectores que buscan distribuidores en el país.

Pese a su desaceleración económica, Colombia es hoy uno de los mercados más atractivos de América Latina por sus perspectivas tras el posconflicto, el tamaño de su población y su creciente clase media.

Portugal es uno de los países que busca sacar provecho de dicha situación, teniendo en cuenta que ya ocupa una importante posición entre los inversionistas extranjeros. Además de la cadena de descuento Ara, –que pertenece al grupo Jerónimo Martins y que ya tiene 221 tiendas en Colombia y planea abrir 150 más–, y del famosísimo vino de Oporto, en el territorio nacional se conoce muy poco de los productos de la economía lusa.

El interés de aumentar el intercambio comercial entre las dos naciones radica no solo en el atractivo local, sino en el declive de mercados tradicionales para los portugueses en América Latina, como Venezuela, donde tienen una gran colonia, y Brasil.

“Portugal es un constructor de puentes en el plano de la ingeniería y también en la diplomacia, la economía y la cultura. La apertura de Portugal al mundo es una importante ventaja competitiva”, dijo Antonio Acosta, primer ministro de ese país, a periodistas colombianos en Lisboa y agregó que tienen un gran potencial para incrementar sus exportaciones al país en sectores como maquinaria y equipo, agroindustria y calzado. También los colombianos tienen buenas oportunidades en ese mercado, si se tiene en cuenta que el año pasado las exportaciones alcanzaron los 280 millones de euros.

Según la Cámara de Comercio e Industria Luso-Colombiana, actualmente unas 400 empresas portuguesas exportan o invierten en Colombia, pero además de las tradicionales quieren llegar nuevas, como las que se dedican a los materiales de construcción.

Una de ellas es Recer, que produce cerámicas y baldosas, vende 68 millones de euros al año y exporta 98% de su producción. Su fuerte no solo está en la tecnología, sino en la tradición cerámica de Portugal, que data desde el siglo XIV. Van a entrar al país de la mano de la firma paisa Sulink, que vende acabados para la construcción.

Así mismo, el fabricante de grifería Roriz, que tiene 40 años de experiencia y 2 de ellos exportando a Colombia, quiere crecer en el mercado nacional, en donde tiene dos distribuidores. Además, le vende sus productos a Corona y a Grival, pero desea desarrollar su marca con nuevos comercializadores.

Igualmente, la compañía ExclusivKey, una de las empresas portuguesas más grandes de la industria de control de acceso para espectáculos de deporte y ocio, así como para ingreso a las empresas, busca vender en el país torniquetes de acceso como los que tienen en el estadio del equipo de fútbol FC Porto, los cuales permiten identificar a cada asistente.

Por su parte, la cadena hotelera Pestana, que opera en 14 países y que hasta hace poco tuvo un hotel en Bogotá, sigue en la búsqueda de oportunidades en el país. “Colombia sigue en nuestro plan estratégico, el tema es que no hemos encontrado el sitio correcto, pues en Colombia los inmuebles están muy costosos para lo que luego se puede cobrar en ellos”, dice Nuno Ferreira, director de ventas globales de la cadena.

Los fabricantes de vino portugués también están muy interesados en hacerse a parte de la torta nacional, hoy dominada por bebidas chilenas, argentinas y españolas. El grupo Carmin, el mayor fabricante luso de vino, ya tiene un distribuidor que venderá sus marcas en el país.

Oportunidades de negocios para internacionalizar más a Colombia.

Fonte: dinero.com